sábado, 16 de marzo de 2013

Derribando viejas maneras de entender ......

Mitos y FraudesLos antibióticos y el alcohol, ¿nunca se pueden mezclar?


La idea de que no se debe tomar ni una gota de alcohol durante un tratamiento con antibióticos es muy común. Cuánto hay de verdad y cuánto de mito. 


Según los especialistas, en la mayoría de los casos no hay problema en combinar cantidades pequeñas de alcohol con un tratamiento de antibióticos.

La creencia de que no se puede tomar una gota de alcohol viene probablemente de los años '50, cuando las primeras enfermedades venéreas empezaron a ser tratadas con penicilina. “El consejo en realidad se daba por razones morales, no farmacológicas”escribió el doctor Karl Kruszelnicki.  

Los médicos aconsejaban no beber durante el tratamiento porque temían que el alcohol bajara la inhibiciones de la persona y esto la incitara a tener relaciones sexuales. El objetivo era disminuir la posibilidad de que la persona tuviera relaciones hasta el final del tratamiento cuando estuviese sana: una manera de evitar el contagio. Así nació la idea que el alcohol y los antibióticos no deberían mezclarse nunca. 

Hoy los especialistas recomiendan siempre tomar cantidades moderadas, pero no consideran necesario abstenerse por completo. El sitio del sistema de salud inglés, por ejemplo, informa: “Es prudente evitar el alcohol mientras se toman medicamentos. Sin embargo, es poco probable que tomar alcohol con moderación le cause problemas si está tomando los antibióticos más comunes.”

De todas maneras hay ciertos antibióticos que pueden tener efectos negativos cuando se mezclan con alcohol. Por ejemplo el metronidazol y tinidazol, usadas para tratar algunas bacterias estomacales o infecciones vaginales, entre otros. El resultado de la combinación puede incluir nauseas, vómitos y dolores en el pecho. El alcohol también puede reducir la capacidad de absorción de algunos antibióticos específicos.

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